Primer pánico:
Miro al suelo, un suelo enorme sin palabras
(papeles, sí, alguien que barre en un portal, las típicas palomas)
pero palabras ninguna (o no las veo).
Pienso: quizá mi miopía ha empeorado,
quizá ya ha permanecido aquí algún poeta
(entonces recuerdo mi poca fe en las casualidades
y decido que sin duda no las veo).
¿Y si sufro una ceguera temporal?
¿Un olvido inconstante de los nombres?
Una amnesia visual es más probable
que la ausencia inexplicada de las cosas.
Diagnóstico:
olvido parcial sin causa aparente
de las realidades poéticas evidentes del suelo (empedrado) de la place Gasquet
(y ahora ya ni siquiera veo las palomas).
Alguén quixo te coller e non estabas Paras ao lonxe, e dende aquí resulta imposible bailarte, non podemos verte sequera, na transformación filial, súbita, dos nos hábitos máis firmes.
…
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